miércoles, 23 de febrero de 2011
Me gustaría poder gritarte tantas cosas...
La rabia se está apoderando de mi, necesito que mis ojos vean que estás bien, necesito saber que estás bien, aunque mi orgullo muchas veces me a hecho sufrir, pero noto un vacío, un vacío estúpido sin sentido, porque a la vez no quiero saber nada de ti, quiero que vengas por un instante, me cuentes todo lo que has hecho, y te vuelvas a ir, aunque se que eso es imposible.
No entiendo esas casualidades... ¿Serán cuestión del destino? No, no lo creo. Confundes, no lo entiendo, siempre que voy con el, tengo que verte, ¿cuando voy sola no? ¡¿pero porque?! ¿Acaso me tienes miedo? No, tampoco lo creo... Hoy es uno de esos días en los que todo se me viene abajo solo por pensar en ti... Hoy es uno de esos días en los que piensas que todas esas respuestas a tus preguntas probablemente nunca las sepa... ¿porque no te comprometes y me dejas en paz? Déjame pensar que ya no me llevas en tu mente, déjame pensar que me has llevado en tu corazón pero me has dejado volar y ser feliz, déjame pensar que estás bien, que dentro de muchos años nos volveremos a encontrar, y al cruzar nuestras miradas, me dirás perplejo, que que tal me ha ido la vida.
Ojalá supieras tantas cosas, que nunca te podré decir... Si pudiera buscarte, encontrarte, seguirte, abalanzarme sobre ti y gritarte tantas cosas de las que nunca quisiste darte cuenta... Y es que yo no he sido la mala de esa trágica historia, y se que tu tampoco... Los dos somos personas imperfectas y, con estas palabras sinceras, vuelvo a escribir para ti...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario