martes, 8 de marzo de 2011

Amiga.


Cuando te conocí, pensé que nunca llegaría a nada contigo, pensé que eras una de esas personas irritables, insoportables, esas personas que no soportan la verdad, ni tampoco la mentira, persona aislada que nunca se deja ayudar, ni ayuda, pero me equivoque, muchas veces me equivoco, y perdona, perdóname por pensar esas cosas tan feas de ti, ahora se que me equivoque, eres una más, no eres del todo especial, pero eres tú, ahora me tienes en cuenta, ahora me cuentas tus cosas, me pides opinión, sabes que soy una más en tu pequeña lista de amigas, y por eso me alegro, porque tú también eres una de las mías.
No sé que sucederá dentro de unos meses, si seguirá todo igual o me volveré a equivocar, pero es que en todo este tiempo me has demostrado que tienes sentimientos profundos, que como todas las demás personas de este planeta te equivocas, y que aunque para la edad que tienes deberías madurar y darte más cuenta de las cosas que te podrían llegar a herir, aun con todo, ahora, eres mi amiga...

Hay que reconocer que todavía no tenemos esa confianza tan grande pero se que, aunque lo escondas, noto lo que te ocurre, te da miedo no llegar a ser feliz, pero tranquila, a las buenas personas al final, siempre se les da lo que se merecen.
Querida nueva amiga quería decirte que aquí estoy para lo que necesites.

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