Me pudo la locura, yo no quería, créeme por favor, yo no quería.
Me cayeron muchas, muchas cruces, hasta más de las merecidas, aunque yo me lo busqué y sin embargo no hice nada malo, pise el estrecho borde de la eterna desconfianza, pero no caí, no, no caí y aunque me empujaron violentamente yo luche, porque vivo para mucho, pero también para algo y ese algo, mi algo, eres tú.
No quiero tener que intentar soportar un adiós.
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