Soy de las que nunca destaca, no soy muy lista ni muy tonta, no soy una princesa, ni tampoco tengo un cuerpo de escándalo, pero cuando tengo un ratito para pensar, creo que me sobra la empatía.
Esta mal usar un blog para decir las cosas que nunca diría, pero creo que en mi entorno esto es normal.
No quiero que pienses que soy borde, o que llegues a plantearte si te quiero porque nunca voy corriendo a verte, o simplemente porque siempre vienes tu a darme un abrazo o un beso... Es que todos los días fallo y no se ver lo que hay que ver.
Quiero decirte tantas cosas que ni se si me va a gustar este escrito.
Me gustaría que supieras que por muy sabia que seas, por pocos minutos que te queden de estar en este raro mundo me gustaría que los disfrutaras, porque las pocas veces que te dignas a salir de tu cueva en la que todos sabemos que no te gusta estar sola, se que vuelves a ser un poquito mas feliz. No valen dichos, ni costumbres antiguas que digan que traicionas por sonreír, nadie puede juzgarte ni aquí abajo ni allá arriba por estar con tu gente, o por dar tu verdadera opinión por muy mala que sea. Puedes sonreír, disfrutar o llorar tranquila y tampoco tiene que preocuparte tanto el que dirán, preocúpate por lo que digan de ti la gente que te conoce, la gente de tu alrededor y tu familia, no creas que todo es estar guapa o fea para el o para ti, siéntete agusto contigo misma porque para los tuyos siempre vas a ser la más guapa y bella reina de tu castillo descolorido que algún día volverá a brillar y deslumbrará a todo aquel que te hizo llorar para que vea lo poderoso que es el amor. No te dejes pisar y di lo que piensas porque sabes que estas cuerda, deberías aprender a decir que no sin miedo a que se enfaden, sabes que nadie se puede enfadar con tu cuidadísimo vocabulario que casi nunca cambia.
Arreglaremos poco a poco ese castillo descolorido entre todos, para que dure.
Quiero equivocarme y escucharte durante muchos, muchos años más.
